La gesta en el infierno de Estámbul

20131205_LivVsMilanNo era una final cualquiera.  Dos equipos con una majestuosa historia futbolística detrás de sus espaldas llegaban a la final de la Champions League 2004/2005 en Turquía. Carlo Ancelotti dirigió a los rossonero mientras que Rafael Benítez impuso en el conjunto inglés su sello personal, tal vez un poco rácano pero con el toque perverso para imprimir magia en una final que tuvo de todo! Una marea roja invadió sin previo aviso las gradas del estadio Atartük y desde todos los ángulos se palpitaba un ambiente de euforia, de ímpetu donde no había espacio para las sensaciones pusilánimes ni mucho menos espíritus apocados. El Milan venía de coronarse campeón el temporada 2002/2003 y venía como candidato firme para levantar la orejona. Por su parte el Liverpool, desde la temporada 1983/1984 no se llevaba el máximo rótulo de campeón para los equipos europeos participantes en la Liga de Campeones. Dos estilos muy distintos pero la misma sed de triunfo movía a cada uno de los jugadores aquella noche en Estámbul. Bajo las órdenes del árbitro español Mejuto González arrancaba la final en aquél entonces.

El Milán con la magia de Seedord, Kaká y Pirlo, la contundencia de Gattuso, la efectividad de Hernán Crespo en el ataque y el siempre y gran capitán eterno Paolo Maldini intentaban cerrar con broche de oro su participación en aquella edición. El Liverpool que sorprendió al Chelsea de Mourinho en semifinales quería dar el batacazo liderado por un gran Steven Gerrard, la firmeza de Carragher y el despliegue en mitad de cancha de Xabi Alonso.

Arrancó el partido y primer baldazo para el Liverpool en el casi primer minuto del encuentro: gol de Paolo Maldini. De ahí en adelante el cotejo se tornó casi que un mediano ida y vuelta pero el cuadro inglés no encontraba la manera de descifrar el cascarón rossonero diseñado inteligentemente por Ancelotti. A 10 minutos de terminarse el primer tiempo dos goles de Crespo sellaban hasta el momento una contundente victoria para el Milan y dejaba casi sin posibilidades al Liverpool que debía arriesgarlo todo para la segunda parte…..y no fue para menos. En aquél segundo tiempo más que nunca vibró el You’ll never walk alone, canto entonado por los hinchas del Liverpool con un sentimiento tan intrínseco que dejaba entrever que algo mágico estaba por suceder.

European Football - UEFA Champions League Final - Liverpool v AC MilanEn menos 15 minutos el conjunto inglés igualaba el marcador con un sublime e inspirado Steven Gerrard, quien se echó el equipo a los hombros y marcó el primer gol con el que iniciaría la faena de los reds. Un disparo a secas de Smicer desde fuera del área coloca el marcador 3-2 aún a favor del Milan, pero nuevamente una participación activa de alma del Liverpool, Gerrard, en la que incursionaría en el área desde donde fue derribado y el juez español no dudó en pitar el penalti. Locura en el corazón de la fanaticada inglés que veían como lo imposible llegaba a ser realidad. Alonso cobró, Dida lo tapó pero en el rechazo el español la metió y se empataba la final. 3-3! Majestuoso, incomparable, vibrante, el Milan descompuesto y un Liverpool entonado, lleno de confianza tomaba un nuevo aire que le sirvió para llevar el partido hasta el punto penal. Desde los doce finalmente se impuso al cuadro rossonero y se coronó como el verdadero campeón de Europa. En la historia de la liga de campeones ningún equpo había superado un 3-0 abajo. Inolvidable final, deleite para el mundo del fútbol.